La Unión Europea (UE) ha condenado enérgicamente la incursión de un dron ruso en el espacio aéreo de Rumanía, calificando el incidente como una «grave amenaza para la seguridad regional». El suceso ocurrió cuando dos cazas F-16 rumanos fueron movilizados para interceptar un objeto no identificado que ingresó en el territorio aéreo del país, cerca de la frontera con Ucrania, en la región de Tulcea. Aunque el dron desapareció del radar sin causar daños, las autoridades rumanas confirmaron que no hubo peligro para los civiles.

Reacciones inmediatas de líderes europeos

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó el incidente como una «violación flagrante» de la soberanía de la UE, mientras que la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, lo describió como una «escalada imprudente» y una infracción inaceptable del espacio aéreo de un Estado miembro. Rumanía, por su parte, reiteró su determinación de defender su territorio y advirtió que, en el futuro, cualquier intrusión no autorizada podría ser derribada, en cumplimiento de sus normativas nacionales y en colaboración con la OTAN.

Incidentes recurrentes que aumentan la tensión en Europa

Este no es un hecho aislado. En los últimos meses, Rumanía y Polonia han experimentado varios incidentes similares, lo que ha elevado la preocupación en Bruselas y entre los países de la OTAN. La UE ha intensificado su coordinación con Rumanía y ha respaldado las medidas defensivas que el país ha implementado para garantizar la seguridad de su espacio aéreo.

Un contexto geopolítico cada vez más tenso

La incursión del dron ruso se produce en un momento de máxima tensión en Europa del Este, donde las acciones militares de Rusia siguen generando inestabilidad en los países fronterizos. La UE ha reafirmado su compromiso con la protección de sus miembros y ha instado a Rusia a cumplir con el derecho internacional y a evitar acciones que puedan desestabilizar la región.

Este incidente refuerza la necesidad de una respuesta coordinada entre la UE y la OTAN para safeguardar el espacio aéreo europeo y prevenir futuras provocaciones que puedan comprometer la seguridad continental.