lunes 15 de septiembre de 2025 16:05 pm
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La paz que solo Dios puede dar

La paz que Dios promete no es algo que podamos encontrar en el mundo. No es la ausencia de problemas, sino un regalo divino que surge de una relación íntima con Él. Isaías nos enseña que esta paz se recibe cuando nuestra mente se centra en Dios, cuando, en medio de las dificultades y las preocupaciones, decidimos confiar en Él una y otra vez.

El corazón humano es propenso a la ansiedad y el miedo. Con facilidad, nos dejamos llevar por la incertidumbre y la desesperanza. Pero Dios nos promete algo extraordinario: si perseveramos en pensar en Él, si mantenemos nuestra mirada en Su fidelidad y poder, Él nos cubrirá con una paz que supera todo entendimiento. Esta paz no significa que no habrá pruebas, sino que, en medio de ellas, habrá una calma y una seguridad que solo Él puede dar.


Confianza: Una decisión diaria

Confiar en Dios no es solo un sentimiento, sino una decisión diaria. Implica:

  • Dejar nuestras preocupaciones en Sus manos.
  • Entregar lo que no podemos controlar.
  • Descansar en Su amor y en Su soberanía.

Cuando lo hacemos, nuestra mente se libera de la ansiedad y nuestro corazón se llena de esperanza. La paz de Dios actúa como un escudo protector, guardándonos de ser dominados por el miedo y fortaleciendo nuestro espíritu para seguir adelante con firmeza y fe.


La paz como fuerza en la debilidad

En los momentos de mayor debilidad o oscuridad, la paz de Dios se manifiesta como una fuerza sobrenatural. No proviene de nosotros, sino del Creador, quien nos sostiene incluso cuando las circunstancias parecen abrumadoras.

Hoy, este pasaje nos recuerda que la clave no está en buscar soluciones humanas desesperadas, sino en mantenernos firmes en la confianza de que Dios tiene el control de todo. Si fijamos nuestra mente en Él y descansamos en Sus promesas, Su paz nos guardará.


💡 Aplicación práctica para hoy:

  1. Identifica las áreas de tu vida donde la ansiedad o el miedo están ganando terreno.
  2. Entrega esas preocupaciones a Dios en oración, recordando que Él es fiel.
  3. Renueva tu mente con la Palabra de Dios, meditando en promesas como Isaías 26:3.
  4. Confía en que, aunque no veas la solución, Dios está obrando a tu favor.

🙏 Oración: «Señor, hoy elijo confiar en Ti. En medio de las incertidumbres, te entrego mis preocupaciones y confío en Tu paz, que supera todo entendimiento. Ayúdame a descansar en Tu fidelidad y a caminar con seguridad, sabiendo que Tú me guardas. Amén.»


📌 Versículo para memorizar: «Echad toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.»1 Pedro 5:7

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