martes 21 de octubre de 2025 14:25 pm
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El dolor de María Altagracia Pérez es el mismo que sienten miles de madres en República Dominicana y Estados Unidos: el de haber perdido a un hijo en el infierno de México. Pero esta vez, la comunidad dominicana no se quedará callada. La muerte de Daniel Cabreja ha encendido una chispa de indignación que se extiende desde Washington Heights hasta Sabana Grande de Boyá, uniendo a una diáspora que exige justicia y cambios reales.

En el Bronx, más de 500 dominicanos marcharon frente al consulado mexicano el 2 de octubre, con carteles que decían «¡Justicia para Dany!» y consignas como «México asesina, EE.UU. mira para otro lado». «No vamos a quedarnos callados», gritó Yanira Rodríguez, prima de Daniel, mientras las lágrimas le resbalaban por el rostro. «Él no era un número, era mi primo, mi amigo, mi hermano. Y merece justicia».

Mientras tanto, en Santo Domingo, familiares y activistas entregaron una carta con 10,000 firmas al Ministerio de Exteriores, exigiendo acciones concretas. «Queremos que el gobierno presione a México para que investigue», dijo Rafael Martínez, líder comunitario. «Si México no puede proteger a nuestros ciudadanos, que no les den visas».

En Monte Plata, el pueblo natal de Daniel, el Ayuntamiento declaró tres días de luto y organizó una misa en la iglesia local, donde más de 200 personas se reunieron para recordar a quien todos describen como «el orgullo del barrio». «Era un chico bueno, trabajador, que solo quería progresar», dice Doña Carmen, una vecina que lo vio crecer. «No es justo que termine así».

La comunidad no solo exige justicia, sino también cambios en las políticas migratorias. «Necesitamos vías legales para que la gente no tenga que arriesgarse», dice Carlos Díaz, de la Coalición Pro-Migrante. «El gobierno dominicano debe hacer campañas masivas para advertir sobre los peligros, y EE.UU. debe abrir más opciones para la reunificación familiar».

Mientras las autoridades responden con comunicados vagos («estamos coordinando con México»), la diáspora ha tomado cartas en el asunto. Un fondo en GoFundMe para ayudar a la familia de Daniel ya ha recaudado más de US$25,000, y sus compañeros de Caribe Tours en Punta Cana donaron RD$500,000. «La gente está respondiendo porque el gobierno no lo hace», dice Ana María, organizadora de la colecta.

Pero más allá del apoyo económico, lo que la comunidad exige es acción. «No queremos más flores, queremos justicia», declaró María Altagracia en un video que ya tiene más de 500,000 vistas. «Que esto no le pase a nadie más».

La muerte de Daniel Cabreja ha unido a una diáspora que, por primera vez en años, parece dispuesta a alzar la voz. La pregunta es si los gobiernos escucharán.

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