Un caso que quedó sin resolver durante 41 años finalmente encontró justicia este miércoles, cuando Richard Bilodeau, un empleado de Walmart de 63 años, fue acusado formalmente por el asesinato y violación de Theresa Fusco, una adolescente de 16 años que desapareció en 1984 tras salir de su trabajo en la pista de patinaje Hot Skates en Long Island. Su cuerpo fue encontrado un mes después, violado y estrangulado, enterrado bajo hojas en una zona boscosa. Tres hombres inocentes —John Restivo, Dennis Halstead y John Kogut— fueron condenados injustamente en 1986 y pasaron años en prisión antes de ser exonerados en 2003. Ahora, el FBI logró vincular a Bilodeau con el crimen mediante pruebas de ADN obtenidas de un vaso desechado en 2025, que coincidió con el encontrado en el cuerpo de la víctima.
El fiscal Jared Rosenblatt reveló que Bilodeau negó inicialmente cualquier conexión con Theresa, pero las pruebas genéticas lo desmintieron. «El ADN no miente», declaró la fiscal Anne Donnelly, quien aseguró que esta vez no hay lugar a dudas. El padre de Theresa, Thomas Fusco, expresó su alivio: «Nunca perdí la esperanza. Esto nos da un cierre». El caso de Theresa es uno de varios que han sido resueltos recientemente gracias al ADN, como el de Susan «Suzy» Mann (desaparecida en 1980) y el de Tanya Jackson y su hija (vinculado a los asesinatos de Gilgo Beach). Mientras Bilodeau esperará juicio sin fianza, su defensa insiste en su inocencia, pero las autoridades confían en las pruebas genéticas, que han sido decisivas en otros casos, como el de Pedro Hernández, condenado por el asesinato de Etan Patz en 1979.
La fiscalía del condado Nassau destacó que este caso demuestra el poder del ADN para resolver crímenes antiguos y exonerar a inocentes, pero también expone las fallas de un sistema que, en el pasado, condenó a personas equivocadas. Mientras la familia Fusco encuentra un cierre parcial, las autoridades continúan investigando otros casos sin resolver y hacen un llamado a la ciudadanía para que denuncie cualquier pista a través de líneas confidenciales como 1-800-577-TIPS. La justicia tardía para Theresa Fusco es un ejemplo de cómo la ciencia puede corregir errores del pasado, pero también un recordatorio de las víctimas que aún esperan respuestas.