El Museo del Louvre, considerado uno de los recintos más seguros del mundo, fue escenario de un robo espectacular que ha dejado al descubierto las debilidades en su sistema de seguridad. Un comando de cuatro ladrones logró sustraer nueve joyas de la Corona Francesa en solo siete minutos, utilizando un montacargas para acceder al museo y una motosierra para romper las vitrinas. El botín incluye piezas como el collar de zafiros de las reinas María Amelia y Hortensia y la diadema de la emperatriz Eugenia, esta última recuperada dañada cerca del museo.
Los ladrones actuaron con una precisión que sugiere conocimiento interno del museo. Según las autoridades, el comando aprovechó un punto débil en la seguridad durante las obras de remodelación del Louvre. El ministro de Justicia admitió que los asaltantes lograron burlar las alarmas y acceder a la Galería de Apolo, donde se exhibían las joyas más valiosas de la colección napoleónica.
Entre las piezas sustraídas destacan:
- El collar de zafiros de María Amelia y Hortensia, con 631 diamantes.
- La diadema de la emperatriz Eugenia, con casi 2,000 diamantes.
- El collar de esmeraldas de María Luisa, con 32 esmeraldas y 1,138 diamantes.
- Un broche relicario y un lazo de corpiño de Eugenia, piezas únicas del siglo XIX.
El presidente Emmanuel Macron calificó el robo como «un ataque al patrimonio histórico de Francia», mientras que el ministro del Interior reconoció fallas en la seguridad del museo. Las autoridades han movilizado a más de 60 investigadores para dar con los responsables y recuperar las joyas, aunque el paradero de las piezas sigue siendo un misterio. El Louvre permanecerá cerrado hasta que se garantice la seguridad de sus colecciones.