Los New York Jets intentaron dar un giro radical a su temporada durante el partido contra los Carolina Panthers, pero el reemplazo de Justin Fields por Tyrod Taylor en la segunda mitad no fue suficiente para evitar otra derrota. Fields, quien había tenido un primer tiempo para olvidar (6/12 en pases, 46 yardas y cero jugadas destacadas), fue sacado del campo por el entrenador Aaron Glenn, quien buscaba «un impulso» que nunca llegó.
Aunque Taylor logró mover mejor el balón y dio señales de vida a una ofensiva que parecía completamente paralizada, los Jets no pudieron remontar el marcador. La derrota no solo sumó otro revés a un récord que se deteriora, sino que también expuso las carencias del equipo en una posición clave: el quarterback. Fields, quien llegó con grandes expectativas, no ha logrado consolidarse como líder, y Taylor, aunque experimentado, no parece ser la solución definitiva.
Este episodio refleja la falta de un plan claro en los Jets, donde las decisiones se toman sobre la marcha y sin una estrategia definida. Con cada partido perdido, la temporada se complica más, y las opciones para salvarla se reducen.