lunes 20 de octubre de 2025 16:03 pm
Search
Tu periódico digital en New York para todo el país, Latinoamérica y el Mundo!

Un adolescente de 18 años fue asesinado a tiros en el interior de una casa en South Jamaica, Queens, en un nuevo episodio de violencia con armas de fuego que conmociona a Nueva York. Jonathan Adams recibió un disparo en la cabeza alrededor de las 10:45 a.m. de este jueves en una vivienda unifamiliar ubicada en la Avenida 108, cerca de la Calle 173, según informes del Daily News. Agentes del NYPD que llegaron al lugar detuvieron a seis personas que se encontraban en la propiedad, aunque hasta ahora no se han presentado cargos ni se ha determinado el motivo del crimen. Adams, quien no vivía en esa dirección, sino en un domicilio cercano en Laurelton, fue trasladado de emergencia al Hospital Jamaica, donde falleció poco después, sumándose a la lista de víctimas mortales de una ola de tiroteos que, pese a la reducción en las estadísticas oficiales, sigue generando alarma en la ciudad.

Las autoridades investigan si la vivienda donde ocurrió el tiroteo había sido dividida ilegalmente en varios apartamentos, una práctica que, según el Departamento de Edificios de Nueva York (DOB), es frecuente en la zona y está asociada a conflictos entre inquilinos, actividades delictivas y condiciones de hacinamiento. Mientras tanto, el NYPD trabaja para reconstruir los hechos que llevaron a la muerte de Adams, aunque no está claro si el joven era el objetivo del ataque o si fue víctima de un disparo accidental en medio de un conflicto ajeno. Lo que sí es evidente es que su muerte se enmarca en una ola de violencia que, aunque ha registrado una disminución del 23% en tiroteos y del 25% en homicidios en 2025, sigue dejando un saldo trágico en víctimas de todas las edades.

El caso de Adams no es un hecho aislado. En las últimas semanas, Nueva York ha sido escenario de varios tiroteos mortales que han conmocionado a la ciudad. A principios de este mes, tres hombres murieron baleados en la cabeza en menos de 10 horas: uno en El Bronx y dos primos en otra vivienda de Queens. Además, a finales de agosto, una mujer de 69 años que caminaba con una andadera fue alcanzada por una bala perdida en el rostro en East Harlem, en un tiroteo a plena luz del día. Estos incidentes, junto al de Adams, reflejan una realidad preocupante: la violencia con armas de fuego no solo persiste, sino que afecta a personas inocentes, incluyendo niños, ancianos y transeúntes que nada tienen que ver con los conflictos que desencadenan los disparos.

El NYPD ha señalado que muchos de estos tiroteos están vinculados a disputas entre pandillas por el control de territorios, donde los sospechosos suelen alardear de sus crímenes en redes sociales, lo que, aunque facilita su identificación, también contribuye a normalizar la violencia entre los jóvenes. Aunque las autoridades han destacado la reducción del 23% en tiroteos y del 25% en homicidios en lo que va de 2025, la percepción de inseguridad persiste entre los neoyorquinos, especialmente en barrios como South Jamaica, East Harlem y El Bronx, donde la presencia de armas ilegales y la falta de oportunidades para los jóvenes crean un caldo de cultivo para el crimen. Mientras las investigaciones continúan, el caso de Jonathan Adams vuelve a poner en el centro del debate la urgencia de políticas públicas que aborden no solo la represión del crimen, sino también sus causas estructurales de la violencia, como la pobreza, la desigualdad y el acceso a armas.

En un contexto donde la violencia parece no dar tregua, las autoridades enfrentan el desafío de equilibrar las acciones preventivas con una respuesta contundente contra los responsables de estos crímenes. Mientras tanto, la comunidad de South Jamaica llora la pérdida de otro joven, cuya muerte reaviva el debate sobre la seguridad pública y la urgencia de soluciones que eviten que más vidas se pierdan en las calles de Nueva York.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *