En Shenzhen, el metro no solo es un medio de transporte para personas, sino que también se ha convertido en una red logística innovadora que ayuda a aliviar la saturación de repartidores en una ciudad con un crecimiento exponencial del comercio electrónico. Durante las horas de baja demanda, pequeños robots autónomos y vehículos sin conductor transportan paquetes y mercancías a través de los vagones, optimizando el uso de la infraestructura existente.
Este sistema, implementado en la línea 11 del metro, permite a empresas como SF Express cargar paquetes en jaulas metálicas que son transportadas por vehículos autónomos hasta el andén. Allí, los paquetes se colocan en el sextro vagón del tren, habilitado como espacio logístico fuera de las horas pico. En menos de 30 minutos, las mercancías atraviesan las zonas más congestionadas de la ciudad y llegan a su destino final, como el centro de distribución cerca del aeropuerto.
El proyecto también incluye el uso de robovans, vehículos autónomos capaces de transportar hasta 500 kg y con un espacio de 3 metros cúbicos. Estos robots se mueven por rutas predeterminadas, trasladando paquetes desde los centros de almacenamiento hasta las estaciones de metro, donde son cargados en los trenes. La tecnología LiDAR, junto con sensores láser y sistemas de control autónomo, asegura que los robots puedan operar de manera segura entre los pasajeros.
Esta iniciativa, desarrollada por Shenzhen Metro Group, Vanke y Wanwei Logistics, busca reducir costos logísticos y optimizar el espacio urbano. Según Nikkei Asia, los robovans son entre un 20% y 30% más económicos que los vehículos tradicionales, gracias a la competencia entre fabricantes chinos que ha abaratado componentes clave como sensores y baterías.
Aunque el sistema aún está en fase experimental, representa un paso adelante en la logística urbana, mostrando cómo la infraestructura existente puede adaptarse para mejorar la eficiencia sin afectar el ritmo de la ciudad.
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