Trump impulsa orden ejecutiva que busca eliminar la ciudadanía por nacimiento y desata alarma entre inmigrantes en EE. UU.
El presidente Donald Trump, en una de sus primeras acciones al asumir la presidencia, firmó una orden ejecutiva que pretende eliminar el derecho a la ciudadanía automática para los niños nacidos en Estados Unidos de padres indocumentados o sin estatus migratorio. La medida, que entrará en vigor el 19 de febrero, ya enfrenta múltiples demandas judiciales, pero su simple anuncio ha generado profunda angustia y temor entre las comunidades inmigrantes.
Este cambio propuesto impacta directamente a miles de familias, como la de Milena, una joven ecuatoriana que espera su primer hijo, Lucas, en marzo. La futura madre relata cómo, hasta hace unas semanas, vivía en la felicidad plena, celebrando su “baby shower” y soñando con un futuro prometedor para su bebé. Sin embargo, tras conocer la noticia de la orden ejecutiva, ahora vive bajo una nube de preocupación y tristeza, temiendo que su hijo no sea reconocido como ciudadano estadounidense.
“Es una injusticia. Mi niño no ha hecho nada malo y ya quieren negarle sus derechos. Eso es crueldad pura”, expresó Milena entre lágrimas, cuestionando la humanidad detrás de esta decisión. Como ella, miles de inmigrantes en Nueva York y el resto del país comparten el miedo y la incertidumbre sobre el futuro de sus familias.
Impacto en las comunidades inmigrantes y las respuestas legales
La orden ejecutiva afecta no solo a hijos de inmigrantes indocumentados, sino también a beneficiarios de DACA, solicitantes de asilo y otros grupos sin estatus migratorio definido. Esto ha desatado una ola de acciones legales y protestas. Diversas organizaciones, como la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles y Make the Road NY, han interpuesto demandas argumentando que la medida es inconstitucional, ya que viola la Enmienda 14 de la Constitución, que desde 1868 garantiza la ciudadanía por nacimiento.
“La orden de Trump es 100 % ilegal y contraria a la Constitución”, afirmó Page Austin, abogada de Make the Road NY. La jurista también señaló que hay optimismo respecto a que los tribunales detengan la implementación de la medida antes de la fecha establecida. “Estamos luchando para que esta orden no entre en vigor y confiamos en que los derechos constitucionales prevalecerán”, agregó.
Reacciones de activistas y autoridades
Arlenis Morel, codirectora de Make the Road NY, calificó la propuesta como un ataque directo a las comunidades inmigrantes. “Negar la ciudadanía a los hijos de inmigrantes es un acto de crueldad y una afrenta a los valores fundamentales de justicia e igualdad de este país. Nos mantendremos unidos y lucharemos por los derechos de todos”, declaró Morel.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, también se pronunció en contra de la medida, destacando que la ciudadanía por nacimiento es un principio fundamental de la democracia estadounidense. “Protegeremos a los niños y sus derechos, y tomaremos todas las medidas necesarias para garantizar que esta norma no prospere”, afirmó Hochul.
Por su parte, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, enfatizó que esta propuesta va en contra de los principios básicos de la nación y prometió utilizar todos los recursos legales para combatirla. “La Enmienda 14 ha sido una piedra angular de nuestra democracia durante más de 150 años. No permitiremos que se desmantele”, dijo James.
Implicaciones sociales y estadísticas
El impacto potencial de esta orden ejecutiva es significativo. Según el Instituto de Política Migratoria, cerca de 5,5 millones de niños en Estados Unidos viven con al menos un padre sin estatus migratorio, representando aproximadamente el 7 % de la población infantil del país. La mayoría de estos niños son ciudadanos estadounidenses que podrían enfrentar complicaciones legales y sociales si la medida entrara en vigor.
Además, los críticos advierten que, de implementarse, esta acción podría abrir la puerta a más restricciones y ataques contra comunidades vulnerables. Organizaciones de derechos civiles temen que este sea solo el comienzo de una agenda más amplia para socavar los derechos de los inmigrantes.
Postura del alcalde de Nueva York y otras figuras políticas
En contraste con el rechazo generalizado, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, optó por una postura más neutral, evitando criticar abiertamente la propuesta de Trump. Aunque afirmó que discutiría sus desacuerdos directamente con el presidente, su actitud ha sido vista como ambigua por algunos sectores.
Mientras tanto, figuras de la política nacional y local continúan alzando sus voces en defensa de los derechos de los inmigrantes y sus familias, subrayando que este tipo de medidas solo siembra división y temor en un país construido por generaciones de inmigrantes.
Un futuro incierto
La batalla legal que rodea esta controvertida orden ejecutiva podría prolongarse durante meses o incluso años, dejando a miles de familias en una angustiosa incertidumbre. Sin embargo, activistas, abogados y defensores de los derechos civiles están decididos a luchar para garantizar que los principios fundamentales de justicia e igualdad prevalezcan.
El debate sobre la ciudadanía por nacimiento no solo pone a prueba la resistencia de las comunidades inmigrantes, sino también los valores esenciales de Estados Unidos como nación. La próxima decisión judicial será un indicador crucial sobre el rumbo que tomará este tema en los años venideros.