martes 21 de octubre de 2025 20:47 pm
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Un estudio innovador publicado en la revista Brain, Behavior, & Immunity Health ha confirmado que mantener una vida social activa y relaciones significativas no solo mejora el bienestar emocional, sino que también retarda el envejecimiento celular y reduce la inflamación en el cuerpo. La investigación, que analizó a más de 2,100 adultos en EE.UU., reveló que quienes mantienen vínculos sociales sólidos y duraderos presentan un envejecimiento biológico más lento y menor riesgo de enfermedades crónicas.

La «Ventaja Social Acumulada» y su Impacto en la Salud

El estudio, dirigido por el profesor Anthony Ong de la Universidad de Cornell, introdujo el concepto de «ventaja social acumulada», que describe cómo los lazos sociales significativos, mantenidos desde la infancia hasta la adultez, influyen positivamente en la salud. Los resultados mostraron que quienes tienen una ventaja social acumulada más alta presentan un envejecimiento epigenético más lento y niveles más bajos de interleucina-6, un marcador inflamatorio asociado a enfermedades como enfermedades cardíacas y diabetes.

El doctor Eric Topol, experto en longevidad, destacó que este estudio es uno de los primeros en demostrar que la interacción social puede tener un efecto similar al del ejercicio físico en la ralentización del envejecimiento. «Este hallazgo es significativo porque muestra que las relaciones sociales no solo mejoran el bienestar emocional, sino que también tienen un impacto biológico tangible«, comentó Topol.

Mecanismos Biológicos del Envejecimiento

Los investigadores utilizaron relojes epigenéticos para medir la metilación del ADN y estimar la edad biológica de los participantes. Los datos revelaron que aquellos con una ventaja social acumulada más alta tenían perfiles epigenéticos más jóvenes y menor inflamación sistémica, lo que sugiere un menor riesgo de enfermedades crónicas.

A diferencia de estudios previos, que se enfocaban en factores aislados como el estado civil, este trabajo analizó la vida social como un fenómeno multidimensional, donde la profundidad y consistencia de las relaciones son clave.

Inflamación y Envejecimiento

Uno de los hallazgos más relevantes fue la asociación entre una vida social rica y niveles reducidos de interleucina-6, una proteína inflamatoria vinculada a enfermedades como arteriosclerosis y Alzheimer. Sin embargo, el estudio no encontró una relación significativa entre la vida social y los marcadores de estrés agudo, como el cortisol, lo que sugiere que el efecto protector de las relaciones sociales se manifiesta principalmente en procesos biológicos de largo plazo.

Ong explicó que la ventaja social acumulada no depende solo de tener muchas amistades, sino de la calidad y profundidad de esas relaciones a lo largo del tiempo. «Las conexiones sociales deben ser consistentes y significativas para tener un impacto real en la salud», señaló.

Desigualdades Sociales y su Impacto en la Salud

El estudio también destacó que factores como el origen étnico, la clase social y el nivel educativo pueden influir en la capacidad de una persona para construir y mantener redes de apoyo social. «Quienes enfrentan desventajas materiales también pueden estar en desventaja biológica por la falta de apoyo social sostenido, lo que acelera el envejecimiento», advirtió Ong.

Conclusión: Las Relaciones Sociales como Inversión en Longevidad

Los investigadores compararon las conexiones sociales con una cuenta de ahorro para la jubilación: «Cuanto antes empieces a invertir en ellas, mayor será el beneficio a largo plazo». El estudio concluye que cultivar relaciones sociales profundas no solo mejora el bienestar emocional, sino que también protege la salud a nivel celular y promueve un envejecimiento más saludable.

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