«No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.»
Reflexión ampliada:
Este versículo es una promesa poderosa que nos recuerda que no estamos solos, especialmente en los momentos más difíciles. Dios nos habla directamente y nos dice “no temas”, no como una simple sugerencia, sino como una afirmación de que Su presencia es suficiente para disipar cualquier temor. El miedo muchas veces nace de la incertidumbre o la sensación de desprotección, pero aquí Dios nos garantiza que Él está con nosotros, como un escudo constante y un refugio seguro.
Cuando dice “no desmayes”, se dirige a esas ocasiones en las que sentimos que ya no podemos más. El cansancio emocional, físico o espiritual puede hacernos querer rendirnos, pero Dios nos recuerda que Él es nuestra fuente de fuerza. No nos está observando desde lejos, sino que nos fortalece activamente, nos ayuda a mantenernos en pie y nos da el impulso necesario para seguir adelante.
Además, promete ayudarnos y sustentarnos con Su diestra de justicia, lo cual es una imagen poderosa: Su mano derecha simboliza autoridad, poder y fidelidad. Dios no solo nos levanta, sino que lo hace con justicia, con amor, y con un compromiso eterno hacia nosotros.
En resumen, este versículo es una invitación a vivir sin miedo, confiando plenamente en un Dios que no falla, que está presente, que fortalece, ayuda y sostiene.
Confía en Él. No estás solo.
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